2.- Permite realizar un trabajo más preciso ya que es una medida instantánea. El pulso por ejemplo tiene lo que se conoce como "deriva cardiaca", ya que suele tardar como 1' en recoger el esfuerzo que estamos realizando. Por ejemplo, a pulso es muy difícil realizar series a una determinada intensidad, ya que parte de ese tiempo lo pasaremos "apretando" más de la cuenta para que el pulso nos suba.
3.- Es una herramienta perfecta para medir la progresión. Independientemente del tiempo que tardemos en subir un puerto, los watios no engañan, y nos reflejarán fielmente si nuestro entrenamiento esta funcionando o no.
4.- A la hora de entrenar, nos permite detectar si tenemos fatiga y debemos abortar el entrenamiento. Generalmente, las sesiones de entrenamiento se deben programar para poder realizarlas. Si no es el caso, el potenciómetro nos dirá rápidamente si es mejor "rodar fácil" o directamente volvernos para casa.
5.- Si te gusta analizar datos, es la herramienta perfecta para detectar fortalezas y debilidades, y nos va a permitir ver qué watios nos hubieran hecho falta para pasar ese "repecho" donde ayer nos quedamos cortados.
2.- Aunque cada día los potenciómetros son más estéticos, hay mucha gente a la que no le gustaría llevar un buje "cantoso" como lo que ofrece powertap, o un aparato en las bielas como el caso de Quarq y Power2max.
3.- Muchas veces nos olvidamos de las sensaciones y del disfrute en si de la bici. El número en pantalla puede llegar a obsesionarnos.